Cuatro años después de la primera 'Jack Reacher', llegaba a las pantallas de todo el mundo la secuela que, en un principio, seguro que esperaba bastante gente. El resultado, por el contrario, no es tan bueno como lo fue la cinta de 2012 que dirigió Christopher McQuarrie.

Cuando hablé sobre la película original hace pocos días, dije que Tom Cruise se supo rodear de un reparto en el que podían llenar solos la pantalla sin necesitar la presencia de Cruise; por el contrario, en esta secuela solo tiene a Cobie Smulders como miembro más conocida y no es tampoco una actriz a la altura del actor como lo era Rosamund Pike en la primera. El poco apoyo que tiene Cruise hace que tenga que hacer más y por mucho que sea una leyenda del cine. es humano.

El guion tampoco favorece demasiado, pues se siente que quita un poco de misterio al aura de Jack Reacher y el tener compañeros más que aliados resta un poco de epicidad a su personaje, aunque Reacher sigue siendo como siempre. Pensaba, además, que aquí iba a conocer más sobre el pasado de él y por qué tuvo que dejar el ejército, pero nada; la historia con la niña tiene un poco de interés, pero no levanta la suficiente atención para preocuparse por ella y por lo que le pueda pasar.

Una secuela muy por debajo de donde se venía, que era un filme donde sin tirar de muchos recursos técnicos y con una trama sólidamente desarrollada sacaba petróleo. Aquí, por el contrario, se siente que transcurre con el piloto automático y sin nada nuevo que aportar.

No hay nada que ver, circulen.