Estaremos de acuerdo en que Liam Neeson es un actor capaz de hacer muchas más cosas aparte de ser un tipo duro de acción como lo es en los últimos años, a mí me chirría bastante verlo en plan tipo duro. No por una presencia y una voz acojonantes, sino porque puede hacer mucho más como ha demostrado de sobra.

Otra cosa es que si este Liam Neeson machaca culos tiene algún filme estimable, se dice y ya está.

'El pasajero' es uno de esos casos donde se juega al tipo de historia ya vista anteriormente en filmes como 'Saw'; el guion tiene la intención de cocinarlo con otros ingredientes para que salga un sabor distinto, y lo hace. No es un plato cinco estrellas, pero sí de tres.

El contraste entre el principio y lo que va sucediendo cuando la cosa está en marcha me ha gustado bastante. Esto es, a veces no somos conscientes de que somos capaces hasta que estamos en una situación límite; también el manejo de la tensión que no llega a agobiar, pero tampoco deja un momento de respiro entre llamadas, persecuciones a pie y demás.

El libreto no nventa la nueva Coca-Cola y tiene defectos, como alguna conveniencia de guion que salta a leguas o el final que no deja de ser previsible. Remitiéndome a lo de los platos, este lo podría catalogar, a pesar de todo, como de un plato de tres estrellas. Es algo ya conocido, pero con una vuelta de hoja que hace como si apenas se hubiese comido antes.