"No hay salida" merece un estatus de clásico de culto por ser una buena película presentando una trama compleja que se sigue con interés, desarrollando sus personajes, enfrentando sus motivaciones y sus tramas, hasta llegar a un desenlace que abre un epílogo sorprendente de los que no se van fácilmente.
La dirección de Roger Donaldson es bastante buena, esforzándose en la acción y enfatizando el drama en las interpretaciones. La banda sonora comienza con un tema memorable, aunque puede que en las escenas de acción parezca tomar un tono forzado y demasiado deudor de los 80.
El guión no es de los fáciles, pero permite su seguimiento sin problemas, al tiempo que atrae él solo la atención gracias a construir una atmósfera atractiva y adictiva desde la historia de "amor" que abre la cinta hasta la trama política que se apodera de forma natural de la misma en su segunda mitad y su final.
Las interpretaciones son de lo mejor de la cinta, elevando la calidad de la cinta en muchos momentos. Kevin Costner no volvería a estar tan brillante en un papel que supone un vehículo de lucimiento físico e interpretativo para él. Gene Hackman y Will Patton son pura dinamita en sus roles no tan secundarios, así como Sean Young es perfecta para su papel en todos los sentidos.
Thriller electrizante, efectivo, muy entretenido y contenedor de una ingeniosa sorpresa final.