Ha llegado la parodia final: luego de tantas películas parodiando a otras, aquí nos encontramos con una película que parodia... a nosotros mismos. En efecto, creo que Idiocracy (que no llega muy alto como comedia, ni como fantasía, ni como aventura) tiene su mayor mérito en mostrar cómo puede estar el mundo mañana... partiendo de cómo está hoy.
Creo que no hay que detenerse en cuestionar detalles sobre ese supuesto futuro sino interpretar el mensaje que nos dejan los distintos aspectos de la sociedad que se muestra en la película.
Luego de años de ciencia ficción imaginando mundos ascépticamente tecnologizados, creo que aquí vemos algo que se acerca un poco más a lo que probablemente ocurra.
Así, vemos el rumbo que tomará el mundo, desde la conformación de los gobiernos, pasando por temas como la administración de justicia o salud, hasta los más triviales, como la televisión o el cine mismo.
Creo que para sacarle algún fruto a esta película hay que despojarse de lo habitual: no considerar actuaciones, escenarios y, tal vez, ni siquiera la trama. Simplemente veamos cómo se desenvuelve allí la vida y recordemos: probablemente hacia eso vamos.