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8
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84.629
Aventuras. Acción. Romance
En el año 1193 A.C. el joven Paris (Orlando Bloom), hijo de Príamo y príncipe de Troya, rapta a su amada Helena (Diane Kruger), esposa de Menelao, el rey de Esparta, lo que desencadena la Guerra de Troya, en la que se enfrentan griegos y troyanos. Comienza entonces el asedio de la ciudad de Troya por parte del ejército griego, que duraría más de diez años. Aquiles (Brad Pitt) era el gran héroe de los griegos, mientras Héctor (Eric ... [+]
13 de agosto de 2010
89 de 99 usuarios han encontrado esta crítica útil
Troya de 2004 fue una superproducción con mayúsculas. Aprovechando el tirón de Gladiator y El señor de los anillos (y remontándonos a Braveheart) la Warner apostó fuerte por recrear la Guerra de Troya con un presupuesto titánico. La recaudación fue buena, bastante buena, pero no fue espectacular. El público no terminó de entregarse a una guerra sin buenos ni malos, y la crítica se dedicó a señalar los defectos y licencias que se habían tomado como adaptación de La Ilíada.
Curiosamente en EEUU la recaudación fue regular. Fue la taquilla en el resto del mundo la que salvó los muebles a la Warner. Lo mismo ocurriría al año siguiente con la mucho más mediocre “El reino de los cielos”, que también recaudó bastante más fuera de EEUU; pero en total ni la mitad que Troya. El llamado género épico y de grandes batallas llegaba a su ocaso.
Han pasado 5 años, y Piratas del Caribe y Crónicas de Narnia aparte, toca hacer balance. Y yo digo que mientras los años hacen engrosar las filas de críticos y detractores de Braveheart o Gladiator, sin embargo Troya sutilmente va ganando más y más adeptos y defensores. Los años le están sentando bien.
El concepto de la película es claro, ofrecer una versión medianamente verosímil de lo que pudo haber sido la Guerra de Troya. La fuente principal son los poemas de Homero, pero despojados de toda intervención directa de los dioses, que no es poca. Esta es la licencia principal que se toman; si aceptamos esto, se pueden perdonar sin grandes problemas el resto de licencias, que son minucias en comparación.
Para mí todos los demás cambios, simplificaciones en gran medida, ayudan a hacer una trama más compacta y dotar de unidad narrativa a la película. Teniendo claro este objetivo y la limitación de no superar las 3 horas, algunos de estos cambios hasta me parecen bien. Fundir en una sola mujer a Briseida, Criseida, Casandra y Polixena es un notable acierto de simplifación sin que chirríe mucho. También me parece bien que Aquiles entre dentro de la ciudad en el caballo de madera; un cambio de protagonista en el último tercio de película (Odiseo) habría supuesta una reacción muy negativa de la audiencia. No me parece tan bien sin embargo que la campaña no dure varios años, eso resta mucho dramatismo a la magnitud de la Guerra de Troya.
El diseño artístico es muy bueno. El vestuario y las armas utilizadas parecen mucho más sacadas del posterior imaginario griego de la Edad de Hierro, ampliamente representado en las cerámicas griegas que salen en los libros de texto. Por tanto no es una representación fiel de la Edad de Bronce micénica durante la cual habría tenido lugar la Guerra de Troya. Es decir, según les interese pueden ignorar o abrazar el enfoque mitológico. El resultado, sin excentricismos made in hollywood, es bastante atractivo.
(sigo en spoiler)
Curiosamente en EEUU la recaudación fue regular. Fue la taquilla en el resto del mundo la que salvó los muebles a la Warner. Lo mismo ocurriría al año siguiente con la mucho más mediocre “El reino de los cielos”, que también recaudó bastante más fuera de EEUU; pero en total ni la mitad que Troya. El llamado género épico y de grandes batallas llegaba a su ocaso.
Han pasado 5 años, y Piratas del Caribe y Crónicas de Narnia aparte, toca hacer balance. Y yo digo que mientras los años hacen engrosar las filas de críticos y detractores de Braveheart o Gladiator, sin embargo Troya sutilmente va ganando más y más adeptos y defensores. Los años le están sentando bien.
El concepto de la película es claro, ofrecer una versión medianamente verosímil de lo que pudo haber sido la Guerra de Troya. La fuente principal son los poemas de Homero, pero despojados de toda intervención directa de los dioses, que no es poca. Esta es la licencia principal que se toman; si aceptamos esto, se pueden perdonar sin grandes problemas el resto de licencias, que son minucias en comparación.
Para mí todos los demás cambios, simplificaciones en gran medida, ayudan a hacer una trama más compacta y dotar de unidad narrativa a la película. Teniendo claro este objetivo y la limitación de no superar las 3 horas, algunos de estos cambios hasta me parecen bien. Fundir en una sola mujer a Briseida, Criseida, Casandra y Polixena es un notable acierto de simplifación sin que chirríe mucho. También me parece bien que Aquiles entre dentro de la ciudad en el caballo de madera; un cambio de protagonista en el último tercio de película (Odiseo) habría supuesta una reacción muy negativa de la audiencia. No me parece tan bien sin embargo que la campaña no dure varios años, eso resta mucho dramatismo a la magnitud de la Guerra de Troya.
El diseño artístico es muy bueno. El vestuario y las armas utilizadas parecen mucho más sacadas del posterior imaginario griego de la Edad de Hierro, ampliamente representado en las cerámicas griegas que salen en los libros de texto. Por tanto no es una representación fiel de la Edad de Bronce micénica durante la cual habría tenido lugar la Guerra de Troya. Es decir, según les interese pueden ignorar o abrazar el enfoque mitológico. El resultado, sin excentricismos made in hollywood, es bastante atractivo.
(sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El estilo de acción, con un gran sentido del espectáculo a través del uso de labradas coreografías, planos y montajes, es otro peso en la balanza a favor de la mitología por encima del autenticismo. Pero si yo he defendido de siempre que en Tigre y Dragón “volaran”, no voy a criticar ahora a Troya. Tampoco se ve nada que no pudiera hacer Michael Jordan o Julius Erving.
Centrándonos ya en la trama, ahora está de moda decir que Aquiles era una mercenario maníaco y amoral. Puede ser, son muchas las muestras de la monstruosidad de Aquiles cuando está poseído por la ira, aunque en mi opinión también tenemos manifestaciones de su sensibilidad cuando muere Patroclo o se enamora de Polixena, y tiene un gran sentido de la lealtad y el compañerismo hacia sus otros amigos y compañeros, sin llegar a ser su prioridad. Pero lo que está claro es que la película apunta claramente hacia esa dirección, la interpretación de Brad Pitt no será exacta, la historia de amor ayuda a humanizarle (no hace a Briseida su esclava después de matar a su madrido, su padre y sus hermanos), pero capta la esencia ególatra y pasional de Aquiles como no lo había hecho antes ninguna película.
Aunque si con Aquiles no llegan, con Paris se pasan un poco. Puede que la culpa la tenga Orlando Bloom, actor al que le resulta especialmente fácil hacer de sus personajes unos pusilánimes. Pero de todas formas, el resultado es interesante y efectivo. Como decía Homero, jamás los dioses lo dieron todo y a un mismo tiempo a los hombres. Si a Paris le tocó ser guapo, ¿por qué iba a ser también valiente?
Y llegamos a Héctor, magníficamente interpretado por Eric Bana. No somos pocos los que pensamos que Héctor es el verdadero héroe, el “bueno”, de toda la Ilíada. Es un padre y esposo dedicado, a diferencia del polígamo e infiel Aquiles, es también un príncipe muy querido por su pueblo, un gran líder militar al que sus soldados siguen con fe ciega, y sobre todo es un héroe trágico que sabe que no puede salvar a Troya, que va a morir, que su mujer será hecha esclava, y la ciudad reducida a cenizas, lo único que tiene es su sentido del deber y hacer que se recuerde que luchó y murió.
Es esa complejidad atípica y ambigua de la mitología griega lo que descoloca a mucha gente: un protagonista ególatra y cruel, un guaperas indolente y apoquinado, y un antagonista que es en verdad el bueno de la peli. Para colmo la princesa “raptada" (fugada) sabe todavía menos lo que quiere. Homero no es Disney.
¿Podía haber sido mejor la película? Sin lugar a dudas. Pero para ser justos quien y sabiendo lo que suele hacerse en Hollywood, esta película tiene bastante mérito, es más respetuosa con el espíritu de La Ilíada de lo que todo el mundo esperaba, sin renunciar a la espectacularidad. Tal vez por eso, el quedarse un poco a medias, se ensañaran tanto con ella. Pero en mi opinión el tiempo la está poniendo poco a poco en su sitio.
Centrándonos ya en la trama, ahora está de moda decir que Aquiles era una mercenario maníaco y amoral. Puede ser, son muchas las muestras de la monstruosidad de Aquiles cuando está poseído por la ira, aunque en mi opinión también tenemos manifestaciones de su sensibilidad cuando muere Patroclo o se enamora de Polixena, y tiene un gran sentido de la lealtad y el compañerismo hacia sus otros amigos y compañeros, sin llegar a ser su prioridad. Pero lo que está claro es que la película apunta claramente hacia esa dirección, la interpretación de Brad Pitt no será exacta, la historia de amor ayuda a humanizarle (no hace a Briseida su esclava después de matar a su madrido, su padre y sus hermanos), pero capta la esencia ególatra y pasional de Aquiles como no lo había hecho antes ninguna película.
Aunque si con Aquiles no llegan, con Paris se pasan un poco. Puede que la culpa la tenga Orlando Bloom, actor al que le resulta especialmente fácil hacer de sus personajes unos pusilánimes. Pero de todas formas, el resultado es interesante y efectivo. Como decía Homero, jamás los dioses lo dieron todo y a un mismo tiempo a los hombres. Si a Paris le tocó ser guapo, ¿por qué iba a ser también valiente?
Y llegamos a Héctor, magníficamente interpretado por Eric Bana. No somos pocos los que pensamos que Héctor es el verdadero héroe, el “bueno”, de toda la Ilíada. Es un padre y esposo dedicado, a diferencia del polígamo e infiel Aquiles, es también un príncipe muy querido por su pueblo, un gran líder militar al que sus soldados siguen con fe ciega, y sobre todo es un héroe trágico que sabe que no puede salvar a Troya, que va a morir, que su mujer será hecha esclava, y la ciudad reducida a cenizas, lo único que tiene es su sentido del deber y hacer que se recuerde que luchó y murió.
Es esa complejidad atípica y ambigua de la mitología griega lo que descoloca a mucha gente: un protagonista ególatra y cruel, un guaperas indolente y apoquinado, y un antagonista que es en verdad el bueno de la peli. Para colmo la princesa “raptada" (fugada) sabe todavía menos lo que quiere. Homero no es Disney.
¿Podía haber sido mejor la película? Sin lugar a dudas. Pero para ser justos quien y sabiendo lo que suele hacerse en Hollywood, esta película tiene bastante mérito, es más respetuosa con el espíritu de La Ilíada de lo que todo el mundo esperaba, sin renunciar a la espectacularidad. Tal vez por eso, el quedarse un poco a medias, se ensañaran tanto con ella. Pero en mi opinión el tiempo la está poniendo poco a poco en su sitio.