Como me hubiese gustado disfrutar de esta película cuando tenía 10 ó 12 años. Habría sido una de esas que te encandilan y que ves una vez tras otra disfrutando cada una de ellas como si fuese la primera vez.

La historia narra las aventuras de cuatro hermanos que durante la Segunda Guerra Mundial son enviados a la casa de campo de un viejo profesor. Allí descubren el mundo de Narnia, al que acceden a través de un armario mágico mientras juegan al escondite. En Narnia hallarán un mundo increíble habitado por animales que hablan (ver al león hablar es todo un disfrute), duendes, faunos, centauros, gigantes y hasta una Bruja Blanca, la cual los ha condenado al invierno eterno.

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero en este caso son inevitables. Me refiero a "El Señor de los Anillos" y "Harry Potter". Y es que estas cintas tienen mucho en común: por ejemplo las tres se basan en un mundo lleno de fantasía dirigido mayormente al público infantil. Además, no olvidemos que al hablar de "Las Crónicas de Narnia" estamos hablando de otra saga, ya que es el primer eslabón de una serie de cinco libros que la siguen. Dicho esto, yo me quedo con Narnia antes que con las otras dos.

La película tiene sus cosas buenas, aunque está claro que por encima de todo están los efectos especiales, impresionante ver ese mundo de fantasía y realidad. Ahora bien, no vayamos a ver esta película esperando grandes batallas (estas se las dejamos a "El Señor de los Anillos"), vamos que de sangre ni gota. Por eso, es importante verla con ese espíritu infantil que todos llevamos dentro, de lo contrario, estoy convencido que la película no gustará. No olvidemos que estamos ante una película Disney, y Disney es igual a light, empezando por el guión con el que no se devanaron los sesos. Por último, en cuanto al reparto poco que decir, sólo destacaría un poquito a la pequeña Lucy, aunque creo que más por los momentos de emoción que la rodean que por la propia actuación. Los niños son muy guapos, pero poco más.