Innecesario y caro remake de uno de los grandes clásicos del cine que con los años no ha perdido vigencia sino todo lo contrario. La versión original sigue siendo con diferencia superior a cualquier remake rodado posteriormente. Peter Jackson homenajea una de sus películas favoritas con esta mastodóntica superproducción plagada de mediocres efectos especiales y excesivo metraje.

Únicamente se salva por la presencia de la atractiva Naomi Watts y por la buena recreación del gigantesco primate. El resto de los efectos visuales se nota que están hechos por ordenador y cantan que se las traen. Jackson quiere sorprender al espectador con escenas de acción imposibles y excesivas que acaban por resultar cansinas. Por ejemplo cuando King Kong pelea contra los dinosaurios y toda clase de bichos protegiendo a su amada del peligro, que por cierto sufre cada meneo que me extraña que no se desnucara. Algunas secuencias las calca del original y también aporta otras nuevas subrayando la relación "amorosa" entre Watts y el gorila, como la secuencia final en Nueva York cuando King Kong se desliza en la pista de hielo o deja de destruir la ciudad en cuanto aparece una radiante Naomi Watts. Jackson también aporta un toque más oscuro y terrorífico al film, por ejemplo cuando la expedición llega a la siniestra Isla de La Calavera con los amenazantes nativos.

Del reparto a los únicos que salvo son por supuesto a King Kong y a Naomi Watts, al resto nada. Sus papeles son superficiales y las actuaciones vulgares.

En definitiva mucho ruido y pocas nueces. Efectos especiales por un tubo, destrucción masiva de coches, peleas entre dinosaurios, carreras, persecuciones, saltos, etcétera. En fin nada que no hayamos visto antes. Visualmente este King Kong me recuerda a una mezcla entre Godzilla y Parque jurásico.