La década dorada para Hal Ashby se cerró con esta original historia sobre el encanto y la inocencia de un hombre solitario y sin formación que acaba ganándose la simpatía de todos los que le rodean e involuntariamente se convierte en candidato a la presidencia de Estados Unidos.

Peter Sellers, en el que sería uno de sus últimos trabajos, encarna a un jardinero que toda su vida ha trabajado para un hombre rico y el único contacto que ha tenido con el exterior ha sido a través de la televisión. Cuando su jefe muere se queda solo y desamparado, sin embargo un fortuito accidente de tráfico le permitirá conocer a otro poderoso hombre de negocios que decide que se vaya a vivir con él después de quedar encantado con su forma de ser.

Se trata de una brillante comedia realzada por su espléndido reparto y un guión de lo más simpático que auna comedia y cierto toque dramático por el patetismo de su protagonista. La película también supone una critica a la enorme influencia de la televisión en la sociedad.