En los años cincuenta la ciencia ficción vivió su etapa dorada. Cine de bajo presupuesto, por considerar la ciencia ficción un subgénero poco serio en aquel momento, pero que dio lugar a verdaderas obras maestras. De ésta no diría tanto, pero en cualquier caso me pareció muy meritoria y fascinante.

El experimento del Dr. Quatermass es una película pionera en su género muy imbuida del contexto de la época sobre las peligrosas consecuencias que pueden conllevar los extraordinarios avances científicos que tenían lugar en ese momento. En este caso la amenaza viene del espacio exterior.

Cuenta la historia de una nave espacial que de regreso a la Tierra se estrella dejando un único superviviente que sufrirá terribles mutaciones al haber estado en contacto con una forma de vida extraterrestre convirtiéndolo en una peligrosa amenaza para la población.

Aunque su argumento ha sido copiado hasta la saciedad por otros títulos con desigual fortuna, hay que reconocerle a la película su originalidad y el talento de sus creadores para mantener la intriga de una película que a pesar de los años ha envejecido muy bien. Destacan los artesanales efectos de maquillaje que aún hoy conservan su encanto.