Primera secuela de las aventuras de Harry el sucio contra el mundo del crimen. Esta vez tendrá que enfrentarse a delincuentes de todo clase y condición. En especial a un grupo de policías asesinos que se dedica a imponer su ley contra los malhechores que quedan impunes. El argumento escrito por los reputados John Milius y Michael Cimino intenta lavar la imagen de fascista que algunos vieron en la primera parte. Callahan será el encargado de detener a unos patrulleros de tráfico corruptos que están por encima de la ley.

La película es una sucesión constante de escenas de acción torpemente rodadas con un final muy decepcionante. Se echa en falta en la versión doblada la voz del gran Constantino Romero.