En esta ocasión el patoso Frank Drebin se enfrenta a un malvado empresario que quiere destruir el medio ambiente. Se trata de una película en la línea de las de su género insustanciales pero sumamente divertidas que alternan bromas tronchantes con otras más estúpidas. El argumento y la historia son mínimos, lo que importa es que haya buenos gags y ésta los tiene en cantidad. Fue una de las diez películas más taquilleras del 91 en Estados Unidos.

En los noventa este tipo cine alcanzó su cenit con el estreno de las dos entregas de Hot Shots y las secuelas de Agárralo como puedas. Pero además hubo infinidad de mediocres imitadores con películas como El silencio de los borregos, Espía como puedas, Abajo el periscopio, Drácula un muerto muy contento y feliz, Las locas aventuras de Robin Hood, Aprende como puedas y Mafia: ¡Estafa como puedas! Estas dos últimas de David Zucker y Jim Abrahams respectivamente.