Mulan y Bichos fueron las películas animadas que se llevaron el gato al agua en la taquilla de 1998 a costa de Hormigaz. Si esta última era demasiado sofisticada y compleja para los críos, las dos primeras sintonizaron mejor con el gusto de la audiencia infantil a las que iban destinadas, introduciendo humor y ternura en historias más entretenidas aunque menos interesantes para los adultos.

Bichos fue el segundo gran éxito de los estudios Pixar en el campo de la animación erigiéndose como la reina de los dibujos animados por ordenador desde comienzos de siglo. La película obtuvo además de pingües beneficios buenas críticas.

Cuenta la historia de un hormiguero que es explotado y chantajeado por una panda de desaprensivos saltamontes que les exigen parte de la cosecha cada vez que los visitan. Con el fin de evitarlo una hormiga decide contratar a unos bichos mercenarios para que les ayuden a librarse de los saltamontes. Pronto descubrirá que tales bichos no son más que actores de una cutre compañía teatral ambulante.

Es divertida e ingeniosa, está impecablemene realizada y tiene una banda sonora de lujo pero de las tres me quedo con Hormigaz. Me parece la más estimulante.