Cuando la vi en su momento en vídeo no me desagradó, sin embargo, ahora que la he vuelto a ver tengo que reconocer que la película no es tan buena como recordaba. Cuenta la historia de un secuestro aéreo perpetrado por unos terroristas árabes que amenazan con estrellar un avión en Washington cargado de un mortífero gas letal. Un comando de élite especializado en la lucha contra el terrorismo se infiltra en el avión gracias a un sofisticado avión que se acopla a la panza de la aeronave secuestrada y desde la bodega los soldados trazan el plan de rescate.

La película es un digno entretenimiento cargado de buenas escenas de suspense bien dirigidas por el montador convertido en director Stuart Baird. El reparto está muy conjuntado y de entre los actores que lo conforman Kurt Russell vuelve a destacar. Seagal por su parte tiene una aparición fugaz y es la única película suya que he visto en la que muere a las primeras de cambio. Lo que menos me convenció de todo fue el suspense creado en torno a la desactivación de la bomba. Creo que las trampas que ponen los terroristas son demasiado rebuscadas, pero por lo demás la película se deja ver con agrado. El final incluye unas cuantas escenas de acción con explosiones y destrozos varios.