Disparatada y tontorrona comedia de acción protagonizada por un Mel Gibson en su etapa de héroe de acción después del éxito de las dos primeras armas letales y la reina de la comedia ligera Goldie Hawn. Se trata de un film rabiosamente comercial que cosechó un importante éxito de taquilla en su momento pero que en la actualidad está totalmente desfasado.

Cuenta la historia de un buscavidas perteneciente al programa de protección de testigos, al que su ex-novia descubre por casualidad trabajando en una gasolinera de Detroit, cuyos antiguos socios andan buscando para ajustar cuentas. A partir de aquí se inicia una frenética persecución en la que los protagonistas vivirán multitud de aventuras para acabar enfrentándose a sus perseguidores en un zoo.

Un film alocado y cansino donde los haya, que ha soportado muy mal el paso del tiempo, que en su día entretuvo pero hoy es una obra caduca y bochornosa. Sus protagonistas lucen palmito y aunque no haya mucha química entre ellos sus actuaciones son correctas.