Se prescinde de varios personajes, como el guardaespaldas del vampiro de la primera entrega. La historia cambia, Jerry Dandridge ya no es un vampiro que reencuentra a su amor perdido en la novia de su joven vecino. Esta vez es un vampiro, sorprendentemente bien encarnado por el cada vez más interesante Colin Farrell y su habitual pose de chulo macarra que en mi opinión funciona bastante bien en el papel. No es tan educado y elegante como el que interpretó Chris Sarandon, pero este nuevo enfoque de Farrell me convence. La novia del protagonista tiene más peso en la historia y colabora en la destrucción del vampiro, mientras que Peter Vincent es interpretado de manera convincente por David Tennant. Ya no estamos ante el mítico Peter Vincent encarnado por Roddy Macdowell, que era un claro guiño a Peter Cushing en las películas de la Hammer, sino ante un estrafalario farsante que se dedica a montar numeritos con vampiros en un Hard Rock de Las Vegas. El personaje de Evil Ed, también conocido como el Rata, es menos pusilánime que el de la versión antigua. Se le ve más decidido, de hecho, es él el que en un principio descubre la verdadera identidad del vampiro. Toni Collette es la madre de Charley Brewster. Una mujer atractiva que esta vez sigue los consejos de su hijo y no se deja seducir por su "encantador" vecino. Por su parte Anton Yelchin es el nuevo Brewster y tampoco lo hace nada mal, está bien escogido para el papel. Y por último se agradece el cameo de Chris Sarandon a modo de guiño cinéfilo.

Puede parecer extraño que la historia se ambiente en Las Vegas pero tiene su sentido, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una ciudad en la que mucha gente está de paso y hay mucho tipo extravagante que puede pasar perfectamente desapercibido. El guión está más elaborado que el de la primera versión y la historia se sigue con interés porque tiene bastantes variaciones argumentales con la anterior. Incluso diría que tiene una mejor continuidad que la dirigida por Tom Holland, que al final cuando los protagonistas van a buscar al vampiro a su mansión entran y salen de ella como Pedro por su casa. Eso sí, se echa en falta la famosa escena de la discoteca en la que el vampiro seduce a la novia de Charlie bailando con ella.

La música me gustó más la compuesta por Brad Fiedel aunque la de la nueva versión tampoco está mal e incluye algunas referencias a la de Fiedel. La fotografía de Aguirresarobe está muy conseguida, sobre todo las secuencias nocturnas que están bien iluminadas. En cuanto a los efectos especiales, me gustaron más los de Richard Edlund porque son más artesanales y me cargan bastante los efectos visuales generados por ordenador.

En definitiva me ha gustado esta nueva versión de Noche de miedo y la he visto con mucha ilusión.