El jinete pálido es un homenaje de Clint Eastwood a una de las grandes obras maestras del western como es Raíces profundas y también a los spaghetti western que protagonizó en los sesenta. El argumento está muy visto pero Eastwood cuenta una historia con estilo en la que encarna a un misterioso predicador de oscuro pasado que llega a un pequeño pueblo en el que el cacique local está presionando a la fuerza a unos mineros para que abandonen su explotación minera y quedarse él con sus tierras. El predicador toma partido por los mineros que sufren el abuso del potentado y sus hombres y consigue organizarlos para hacerles frente. Sin embargo el rico terrateniente contratará los servicios de un asesino y sus secuaces para acabar con él y echar de una vez a los mineros.

La trama incluye una breve historia de amor entre el predicador y la prometida del líder de los mineros. Ella y su hija aman al mismo hombre admiradas por su valentía, su capacidad de liderazgo y la seguridad que les ofrece. Sin embargo los acontecimientos se precipitan y Clint tendrá que volver a desempolvar sus armas para hacer frente a los peligrosos pistoleros.

Una historia muy vista pero bien contada en la que Eastwood interpreta uno de sus papeles preferidos, el de un duro y curtido hombre del Oeste que debe hacer frente a una injusticia de la única manera que se hace allí, a tiro limpio. En el reparto destaca la presencia de un joven Chris Penn cuando aún estaba delgado y que interpreta al hijo del malo. El gigantón Richard Kiel que es uno de los hombres que trabaja para Penn, el inconfundible Billy Drago como pistolero, Michael Moriarty como el "jefe" minero, la atractiva Sydney Penny como la adolescente enamorada y su madre interpretada por Carrie Snodgress.