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Estados Unidos Estados Unidos · Nueva York
Voto de Harold Angel:
8
Bélico Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Rodada íntegramente en japonés, la película ofrece la versión nipona de la batalla de Iwo Jima, el episodio más cruento de la guerra del Pacífico, en el que murieron más de 20.000 japoneses y 7.000 estadounidenses. El objetivo de la batalla para los japoneses era conservar un islote insignificante, pero de gran valor estratégico, pues desde allí defendían la integridad de su territorio. El mismo año, ... [+]
21 de junio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 2006 Clint Eastwood realizó dos películas que hablaban sobre la Segunda Guerra Mundial y la participación de los Estados Unidos en dicha guerra contra los japoneses. La primera fue la discreta Banderas de nuestros padres contada desde el lado americano y la segunda Cartas desde Iwo Jima narrada desde el punto de vista japonés.

A partir de unas cartas halladas en las cuevas de la isla se cuenta la historia de la valerosa resistencia japonesa contra la invasión estadounidense. Un reducido grupo de hombres que a la desesperada y sin refuerzos aguantó cuanto pudo hasta el final ofreciendo una loable muestra de heroísmo cuando la guerra estaba ya perdida.

Eastwood nos muestra a unos soldados entregados a su patria pero no muy distintos de otros. También ellos tienen temores, dudas y vacilaciones a la hora de cumplir su estricto código de honor militar. De hecho hay escenas que nos muestran el sacrificio inútil de unos soldados que prefieren morir a perder la honra con la derrota. Sin embargo su suicidio supone un enorme despilfarro de vidas humanas.

La película está filmada en japonés aunque hay secuencias en inglés cuando aparecen los americanos o cuando el general nipón recuerda sus experiencias en Estados Unidos años antes de que estallara la guerra. La fotografía prescinde casi totalmente del color en una soleada isla en la que lo único que vemos es arena negra, cuevas y el polvo que levantan los bombardeos americanos sobre posiciones enemigas.

La película muestra el horror de la guerra no con toda la crudeza de Salvar al soldado Ryan sino resaltando el desgaste físico y mental que sufren unos hombres en una situación límite. Hay también momentos para la bondad como la escena en la que los japoneses hieren a un soldado americano y le toman prisionero. Un oficial lee una carta que está en su poder enviada por la madre del muchacho y dice las cosas que cualquier madre le diría a su hijo en una situación así. En el fondo la película nos enseña que entre soldados valientes y patriotas no hay mucha diferencia con los americanos. Ambos bandos lucharon con honor y gallardía en una cruenta batalla que anunciaba ya el final de la Segunda Guerra Mundial.

Ken Watanabe vuelve a ofrecer todo un recital interpretativo encarnando al general responsable de la defensa de la estratégica isla aunque incomprensiblemente no fue nominado al Oscar de la Academia.

Esta película es un hermoso homenaje de Clint Eastwood a los héroes de Iwo Jima tanto a los americanos como sobre todo a los japoneses.
Harold Angel
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