Esta es una de esas películas que no son lo que aparentan, parece una insustancial comedia de enredo sobre infidelidades varias pero en el fondo no es más que el retrato de la decadencia de una sociedad que a partir de finales de los sesenta se iba por el desagüe. La historia se ambienta en esa época, concretamente en 1968 el año cero del declive de Occidente.

Un atractivo peluquero de señoras sueña con montar su propia peluquería para atender a las hermosas mujeres de maduros millonarios quienes, despreocupados, confían en su profesionalidad al tomarle por gay. Sin embargo él también tiene como objetivo acostarse con todas ellas.

A modo de conclusión lo que refleja la película es la existencia de personas vacías e inmaduras que anhelan amor y estabilidad pero que al final anteponen el sexo y el dinero por encima de todo. Un anticipo de lo que quedaba por venir años después cuando los reivindicativos hippies de los sesenta acabaron convirtiéndose en los acomodados yuppies de los ochenta.