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España España · A Coruña
Voto de Dali:
6
Drama Dick es un joven solitario y retraído que vive en el deprimente pueblo de Estherslope. Un día, encuentra un pequeño revólver y, a pesar de su ferviente pacifismo, empieza a sentir una extraña y creciente atracción por el arma. Ayudado por un amigo, no tarda en convencer a los demás jóvenes marginados del pueblo para formar un club secreto llamado "Los Dandies", cuya filosofía se basa en el pacifismo y la pasión por las armas. A pesar de ... [+]
22 de septiembre de 2009
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de dirigir la mejor de las películas Dogma, y la hermosa "It's All About Love", el bueno de Thomas Vinterberg se volvería a juntar con Lars Von Trier para filmar un guión de este último, decepcionando a propios y extraños con el descenso de su listón de calidad con esta fallida, por excesivamente pretenciosa, "Dear Wendy".

Es ésta, no obstante, otra obra que tampoco deja indiferente y que, habida cuenta de que de ninguna manera es para todos los públicos, puede verse, en mi modesta opinión, como curiosidad de esas que originan debate sobre qué es lo que nos han querido contar... Y si ha sido la utilizada la mejor forma de hacerlo.

Pues es, sin duda, muy original, pero demencial en su planteamiento, puesta en escena y elenco de personajes, cuyas motivaciones son demasiado absurdas y simplistas para ser tomadas en serio, pero demasiado serias y directas para ser aceptadas como oníricas, con un giro a la altura del último tercio que acentúa la brusca diferencia entre las dos formas de narración al tiempo que desvela el auténtico mensaje de la obra, que no explicaré aquí, si no en el apartado destinado a tal efecto.

Esta dicotomía consigue que un espectador que, pese a lo extraño de la propuesta, pueda estar haciendo el esfuerzo y la concesión de meterse en una película cuyo argumento se desmorona por todas partes, sea, literalmente, expulsado con violencia del mundo filmado en cuanto da comienzo el último acto.

Naturalmente, todo esto habría podido evitarse si se hubieran decantado por la vertiente realista o la metafórica y se hubieran mantenido fieles a tal decisión, cosa que a Lars Von Trier, provocador donde los haya, no se le suele dar nada bien. En consecuencia, el torpe final, que por sí sólo habría constituido un cortometraje abstracto de lo más evocador, se convierte en un instrumento de una simplicidad casi infantil que aniquila, a balazos, toda la cuidadosa y compleja planificación de unos minutos precedentes que, en puntuales ocasiones, llegan a conseguir algún que otro destello de genialidad.

Así las cosas, me veo incapaz de suspenderla. Será que, para mí, todo lo que intenta ser algo diferente de lo ya visto una y mil veces gana unos cuantos puntos sólo por ello.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Dali
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