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Argentina Argentina · Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Voto de El Golo Cine:
8
Aventuras En 1789, en los Mares del Sur, la tripulación del buque británico Bounty decide rebelarse contra el tiránico y cruel capitán Bligh. El motín lo encabeza el primer oficial, que defiende los intereses de la tripulación y abandona al capitán en un bote. (FILMAFFINITY)
10 de enero de 2021
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Mutiny on the Bounty (1935), o Motín a bordo, de la MGM y dirigida por Frank Lloyd es una clásica película de aventuras que enfrenta a un héroe y a un villano por las injusticias cometidas a bordo de un barco de la marina inglesa en el siglo XVIII. Ganadora del Oscar a mejor película.

Por Nicolás Bianchi

Dos antagonistas que ponen en juego nociones como el honor o la justicia y una estructura clásica de odisea heroica dan cimientos a Mutiny on the Bounty, que como su título indica, consiste en el relato de un motín a bordo del barco Bounty, perteneciente a la marina inglesa. La operatoria colonial británica aparece lavada detrás del conflicto interno entre oficiales, aunque en los títulos que dan inicio a la película se indica que la misión de la nave es llevar nuevos frutos de Tahití a Occidente que servirán para mejorar el comercio de esclavos dentro del triángulo Europa – África – América. Villanos podrían ser todos pero en la película hay uno solo.

Se trata del Capitán Bligh, en una icónica actuación de Charles Laughton. El personaje provoca repulsión, es odioso, despótico y es imposible, aún en la desgracia, empatizar con él. En contrapartida, el héroe del relato es el oficial Fletcher Christian, interpretado por el carismático Clark Gable, el segundo a bordo del Bounty que en algún momento va a decidir que ya son demasiadas las injusticias cometidas por su superior.

El carácter marcial de la marina se establece desde un principio. El oficial Christian ingresa raudamente a una cantina y recluta por la fuerza a seis hombres, los que faltan para completar la tripulación. No hay derecho a decidir ni opción posible. O se sirve en altamar o se traiciona a la corona. El mundo de Mutiny on the Bounty está plagado de injusticias, como la que sufre el tripulante Ellison (Eddie Quillan), embarcado a la fuerza y separado de su familia recién conformada.

Una vez emprendido el viaje entre Portsmouth y Tahití la película, muy dinámicamente, comienza a mostrar las vejaciones que Bligh le inflige a su tripulación. Cualquier desliz es una buena oportunidad para recortar raciones o dar varias docenas de latigazos a los indefensos infractores. Además el oficial inglés es adrede desprolijo con la contabilidad de los recursos, ya que busca hacer una diferencia personal. Bligh no solo es injusto sino también corrupto.

En contrapartida Christian es bondadoso y contemplativo con sus inferiores. Siempre los guía o advierte para que reciban el menor castigo posible. Su habitual sonrisa también se opone al rictus marcial del capitán. Es un héroe sin dobleces que en cierto punto es dejado, por decirlo de alguna manera, con dos malas opciones. O se subleva contra las leyes de la Marina o inevitablemente es cómplice de los delirios de su capitán que llevan a sus hombres a la muerte por tortura, inanición o una combinación de ambas. El camino que elige está expresado en el título de la película: el motín.

Otro elemento muy efectivo del film es la variedad de personajes secundarios. El más importante es el oficial Byam (Franchot Tone), tercero en la línea de mando del Bounty. En otro juego de contradicciones el personaje desprecia al capitán y mantiene una férrea amistad con Christian, pero se opone al motín. También son relevantes dos personajes presentados como queribles que le dan un respiro cómico a la narración. Son el torpe sirviente Smith (Herbert Mundin) y el siempre borracho médico de a bordo Bacchus (Dudley Digges).

Mutiny on the Bounty tiene una estructura clásica que es la misma que se puede observar hoy en las películas contemporáneas de aventuras o superhéroes, ya que el género se volcó en las últimas décadas sobre todo dentro de ese casillero. Con dos personajes centrales carismáticos, giros, un planteo sobre la justicia que nutre a todo el film y algunas escenas espectaculares en altamar, se trata de una película que más de 85 años después tiene vigencia a pesar de algunas representaciones propias de la época.
El Golo Cine
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