La propuesta de este film encabezado por Brad Pitt y dirigido por David Leitch es un relato de acción y comedia que reúne a distintos asesinos a sueldo y matones glamorosos a bordo de un tren bala que recorre Japón.

Por Nicolás Bianchi

Pocas cosas hay más previsibles que el recorrido de un tren. Las vías están instaladas de antemano al igual que las paradas. Los recorridos y la duración del viaje se pueden medir con exactitud. Todas estas características que hacen a un buen servicio de transporte público no son tan deseables a la hora de ver una película. Sin embargo, esto es lo que sucede con Bullet Train.

Leitch es un especialista en estas aguas, ya que ha dirigido Deadpool, John Wick y una de las iteraciones de Fast and Furious. En este caso, cuenta con un cast estelar encabezado por Pitt, en un trabajo un tanto desdibujado para su capacidad actoral. Su personaje, llamado Ladybug, es un criminal que tiene por misión robar una valija en un tren repleto de sicarios. Allí se cruzará, por ejemplo, con Wolf, interpretado por el exitoso trapero Bad Bunny.

Otro de los personajes relevantes es Prince (Joey King), una joven que luce dulce e inocente pero que es todo lo contrario. Cada uno tiene su propia agenda y, por supuesto, los intereses se superponen. Además, uno de los atractivos de Bullet Train son los cameos o pequeño roles protagonizados por estrellas. No vale la pena adelantar los nombres (aunque están disponibles en cualquier web del tipo de IMDB) pero son muchos.

El tren se irá deteniendo en distintas estaciones, hasta el final del recorrido, durante solo un minuto. Ese es el tiempo que hay para subir o bajar de la formación. Con esta pequeña regla y un sinfín de peleas sangrientas y violentas en una clave más cómica que gore, la película va depurando su nutrido grupo de personajes.

A su vez, la trama da varios giros, se incorporan distintos flashbacks y hay un running gag que se mantiene durante todo el film. Por más bestiales que sean los asesinos siempre obran con disimulo cuando se encuentran frente a “civiles” o personal del tren. Este detalle es una herramienta que produce varios momentos disfrutables en una película monótona y previsible.

Bullet Train es, apenas, un evento. Está Brad Pitt, exhibe a Bad Bunny como una novedad y, cerca del final, aparecen otras figuras de peso. Pero no es más que eso. Apenas una sucesión de diálogos breves y escenas de acción con cierto atractivo visual pero sin ninguna innovación. Se trata de una película completamente olvidable una vez que llega a destino. En definitiva, sobre una vía solo puede hacerse un solo recorrido.

Está disponible en HBO Max. Contacto: [email protected]