El guión es incorrecto. Frank Capra cambió vilmente el guión y algunas de sus partes más emblemáticas.

Pero es que aún hay más. El guión eran 15 páginas (por tanto, en principio y bien formateado es el equivalente a 15 minutos). Es decir, era un guión de un cortometraje. Pero desgraciadamente, y de forma trágica para la obra, sucedió algo terrible; Frank Capra se drogó.

Esto, en principio, no debe sorprender a nadie. Mucha gente se droga y le va bien en el trabajo. Miren a los ciclistas. Además, drogarse nunca ha sido mal visto. Al contrario, da cierta personalidad y carácter. Incluso a uno le dieron un Oscar por ello después de morir.

Bueno, el caso es que Capra se drogó y la jodió. No por drogarse, sino porque se metió una mierda equivocada. Al pobre le dio una sobredosis de azúcar. Sí, han oído bien. Frank Capra se inyecto en vena dos kilos de azúcar. ¿El resultado? ¡Qué bello es vivir!

Totalmente puestísimo, Capra cambió lo siguiente:

-la película pasó de ser un cortometraje de 15 minutos a una larga obra de 4 horas. Afortunadamente, la productora cortó algunos de los insufribles momentos donde se veía como sería la vida de fulanito si no existiera James Stewart, entre los que destaca el cartero, un ladrón y el perro del vecino (todos ellos infelices. Se eliminó una escena de metacine donde el perro va a suicidarse al mismo puente que James Stewart, pero desiste al aparecer un perro ángel que le hace ver como es la vida sin él. El perro consigue que su ángel se suicide).

Aunque lo que más me molesta es que le cambien el final.