Estoy de acuerdo con lo que se dice que es más fácil hacer una crítica mala que una buena. Por lo tanto podría enumerar hasta el hartazgo la cantidad de imbecilidades, lugares comunes y cursilerías en las que cae el bueno para nada de Marshall en éste film indefendible y abominable. Por lo menos se rescata que el tipo va a lo seguro, y ésto sería; juntar un par de actores mediocres que no meten un éxito hace 2 décadas, un empalagoso romanticismo revestido de escenas de amor que no conmueven ní a un depresivo crónico y todo ésto sasonado con con un guión que lo escribió uno al que lo mandan a espiar y toca el timbre. No pierdan su tiempo amigos, hay tantas películas maravillosas de Buñuel, Polanski, Almodóvar y otros directores geniales, que para qué perder el tiempo con semejante estupidez.