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Voto de alvaro rosado arroyal:
10
Romance. Drama. Aventuras Finales de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Un hombre herido viaja en un convoy sanitario por una carretera italiana, pero su estado es tan grave que tiene que quedarse en un monasterio deshabitado y semiderruido, donde se encarga de cuidarlo Hana, una enfermera canadiense. Aunque su cuerpo está totalmente quemado a consecuencia de un accidente sufrido en África, tiene todavía ánimo para contarle a Hana la trágica historia de su vida. (FILMAFFINITY) [+]
23 de febrero de 2007
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ambientada en Africa del Norte cuando la 2ª guerra mundial daba ya sus últimos coletazos, esta película muestra al amor en su máximo esplendor como único móvil de los actos de su principal protagonista, y de las consecuencias desastrosas que le acarreará.

El desierto y todas las connotaciones contradictorias al unísono que dicho escenario lleva implícitas (soledad, aridez pero al mismo tiempo belleza, extensión y paz), se ven truncados por la guerra y su injusticia infinita.

Anthony Minghella dirige magistralmente esta película. Al desarrollar su trama en dos planos temporales que se unen mediante la evocación de los recuerdos de una forma soberbia (los sonidos que puede escuchar el paciente inglés) y de manera desordenada cronologicamente, crea expectación e intriga en el espectador, de manera que la duración del metraje no resulta ningún inconveniente, sino mas bién todo lo contrario.

La banda sonora compuesta por Gabriel Yared constituye por sí misma una auténtica obra maestra contemporánea, y de su unión con las imágenes cargadas de belleza poética surge un matrimonio perfecto, complementándose a la perfección sin que haya un predominio de un miembro sobre el otro. Esto puede contemplarse ya en los créditos iniciales de la película.

El ejemplo mas claro es la escena en que Kip (el zapador, que se encarga de desactivar las minas y bombas) forma un columpio con los andamiajes dentro de una iglesia para hacerle descubrir a la enfermera los frescos de las paredes en la penumbra con ayuda de una antorcha. En esta escena la película alcanza su máxima expresión. Desde mi punto de vista particular, es una de las más bellas de la historia del cine. Ubicada en el momento oportuno dentro del hilo argumental, representa la perfecta fusión de las artes plásticas con la música.

Las interpretaciones de los personajes son todas magistrales, plasmándose su humanidad de forma creíble. Juliette Binoche, Kristin Scott Thomas, Willem Dafoe, Ralph Fiennes y Naveen Andrews. Tres hombres, dos mujeres y tres historias de amor con sentimientos encontrados y sus entresijos. El reiterado visionado de la película nos hará descubrir pequeños detalles no exentos de importancia, y nos ayudará a comprender mejor aún las actitudes de los personajes.

La película resulta impactante desde el punto de vista de los sentidos y de los sentimientos, y puede resultar dolorosa por la injusticia permanente que desprende, pero creo que, sinceramente, por todo lo dicho anteriormente, y por su humanidad, se merece la máxima puntuación posible.
alvaro rosado arroyal
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