Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Sergio Berbel:
10
Drama Lenny Bruce es un cáustico humorista que trabaja en locales nocturnos de poca categoría. Poco después de conocer a Honey, una exuberante bailarina de strip-tease, se casa con ella. Durante años mantienen una relación tumultuosa que incluye drogas y sexo poco convencional, pero acaban separándose. La fama de Lenny como showman va en aumento, pero también las denuncias y juicios que debe afrontar debido al carácter subversivo de su humor. (FILMAFFINITY) [+]
21 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos en plena década de los 70, para mí, la mejor de la historia del cine. Nos encontramos hablando de Bob Fosse, uno de los cineastas de mi vida, que alcanzó el éxtasis cinematográfico con dos musicales que me resultan sencillamente los mejores de la historia del cine: “Cabaret” y “All that jazz”. Pero Bob Fosse era mucho más y quería demostrarlo saliendo del género musical para aportar una de las películas más originales, bellas, descarnadas y valientes que se hayan rodado nunca.

“Lenny” rompe todos los esquemas habidos y por haber: se trata del biopic menos hagiográfico que exista, utilizando para ello el género del falso documental de una manera magistral, renunciando al color para que Bob Fosse muestre al mundo su capacidad visual también en el formato del blanco y negro y con (probablemente) la mejor interpretación de Dustin Hoffman en toda su carrera. Por eso es una obra maestra atemporal e incontestable.

Porque Lenny Bruce no fue un monologuista cómico al uso. Su poder corrosivo, la irreverencia adelantada a su tiempo de sus chistes y su lenguaje soez le complicó la vida ante una mojigata sociedad norteamericana sesentera. Lo demás lo hicieron las drogas, las malas compañías y una falta de límites absoluta hacia sí mismo y hacia su cónyuge. “Lenny” no tiene piedad con su protagonista y lo descuartiza ante el espectador utilizando para ello la fórmula del falso documental en un doble sentido: intercalando intervenciones a cámara de sus protagonistas y reflejando fragmentos de monólogos del propio Lenny Bruce relacionados siempre con la trama del periplo vital que se está contando en cada momento del film. El resultado es majestuoso, sublime, insuperable.

La tercera cuestión que hace levitar al cinéfilo más exigente es su dirección de fotografía: Bruce Surtees lega a la historia del cine uno de los blancos y negros más espectaculares jamás vistos, creando efectos tenebristas de fuertes contrastes entre los haces de luz de los focos de los escenarios y la penumbra general. Además, la cinta hace gala de montajes acelerados de planos muy cortos para ir mostrando las reacciones del público asistente a los monólogos que resultan adelantados a su tiempo y absolutamente fascinantes, en la línea que Bob Fosse ya hubiera ensayado dos años antes en “Cabaret”.

Y luego está lo de su elenco actoral, todos ellos en estado de gracia, pero sobre los que levita un Dustin Hoffman inconmensurable, quizás en su mejor trabajo interpretativo, excesivo y creíble a un tiempo, mágico. Junto a él e interpretando a la esposa de Lenny, Valerie Perrine desnuda cuerpo y alma ante la cámara con una valentía pavorosa, conformando la mejor respuesta posible al todopoderoso Hoffman. Ahí es nada.

Sus 112 minutos de metraje pasan como un suspiro gracias a un prodigioso guión de Julian Barry, adaptando para la gran pantalla su propia obra teatral de una manera sublime para una película totalmente imprescindible.
Sergio Berbel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow