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Voto de Sergio Berbel:
10
Drama Año 1937, en el Frente de Aragón, en plena Guerra Civil Española. Lluís, un joven oficial republicano, destinado a un puesto temporalmente inactivo en un páramo desierto, conoce a una enigmática viuda de la que se enamora. (FILMAFFINITY)
31 de agosto de 2020
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Incierta gloria” no es más que la confirmación de algo que sabemos desde hace mucho tiempo: que Agustí Villaronga es uno de los cineastas más interesantes que hayan existido en este país, es dueño y señor del cine perturbador, inquietante, de atmósferas enrarecidas, de descripción de lo más oscuro de la naturaleza humana, de la trascendencia respecto a los bandos, de un nihilismo puro fundado en una misantropía con fundamento, de gozar con la parte de atrás de las historias que conocemos. Agustí Villaronga es un imprescindible e “Incierta gloria” una obra maestra, siguiendo la senda de genialidad oscura de “Pa negre”.

Yo descubrí a Agustí Villaronga en mi juventud con “El mar”, una de las películas que más me han impactado y más me perturbaron en su momento por su brutalidad, por su violencia soterrada, por su retrato de lo más vil de la condición humana… Desde entonces, lo sigo muy de cerca y volvió a marcar mi vida con “Pa negre”, una de las mejores películas que se hayan rodado en este país.

Siguiendo la senda de ésta última, “Incierta gloria” (de nuevo Villaronga prefiere quedarse en la trastienda de los acontecimientos históricos que aparecen en los libros, porque siempre le interesan más sus malsanos personajes que los episodios para el recuerdo) nos cuenta una sórdida historia de amor no correspondido entre un oficial republicano en el frente del Ebro (interpretado por Marcel Borràs) y la señora del pueblo (estratosférica interpretación histórica de Nùria Prims), viuda después de que los republicanos mataron al dueño del castillo con muchos secretos y terribles historias pasadas por descubrir (ojo al papel secundario que interpreta, cómo no, el dios Juan Diego como su padre, que se hace con la función en apenas 5 minutos).

Una historia sórdida y enfermiza que, a la postre, es la historia de amistad entre este oficial inocente y pueril y otro que se ha especializado en su vida en jugar en el filo de la navaja, en saltar de un precipicio a otro entre el alcohol, el robo, la traición y el amor incontrolable por la mujer de su mejor amigo, encarnado por un Oriol Pla en estado de gracia jugando con habilidad con los excesos interpretativos sin traspasarlos jamás.

Relaciones amorosas todas ellas frustradas, cortadas por el patrón del fracaso y el desarraigo, de lo imposible y lo ingobernable, de lo sangriento y lo vengativo. No cabe ni un solo rayo de optimismo o esperanza en las historias y en los personajes de Villaronga, e “Incierta gloria” no es una excepción, en esta adaptación de la novela homónima de Joan Sales.

Su dirección de fotografía, a cargo de Josep M. Civi, es antológica, con unas tonalidades marrones absolutamente asfixiantes e impactantes, puro lujo para los sentidos en mitad de unos Monegros que son profundamente amenazantes.

Eso sí, os recomiendo verla si podéis en VOS en catalán, porque el doblaje al castellano es un poco deficiente.
Sergio Berbel
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