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Voto de Sergio Berbel:
9
Drama Cami tiene una relación típicamente disfuncional con su hija adolescente Aster, que comparte con su ex marido, Craig. Cuando Craig muere trágicamente de un ataque al corazón, Cami y Aster conocen a su viuda, Rachel y a su joven hija. Resulta que Craig estaba endeudado y que la familia está a punto de ser desahuciada. Por ello, Cami les ofrece a las dos un lugar para vivir, lo que no le parece bien a Aster. Pero los secretos no terminan ... [+]
9 de febrero de 2022
0 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces, pocas, no hay que crear una gran película, una obra maestra indiscutible, para calar el corazón y la sensibilidad de los seres humanos con sentimientos. A veces, pocas, una película modesta de la que nada esperas te embelesa y te enseña que en la modestia está la honestidad y las mejores intenciones confirmadas. A veces, pocas, te enamoras a primera vista de una película infinitesimal. A veces, pocas, tienes la suerte de encontrarte con “Lo que queda de nosotras”.

Una maravillosa pequeña gran joyita que apela a la posibilidad de un cine creado exclusivamente por mujeres, con una dirección acertada, un guión inteligente y más profundo de lo que aparenta a simple vista e interpretado por cuatro mujeres de dos generaciones diferentes sin necesidad de personajes masculinos para definirlo todo. Porque el hombre protagonista, no aparece nunca, dado que con su muerte se inicia la bella historia de sororidad que “Lo que queda de nosotras” despliega en el enamorado espectador que se deja acunar por tan acertada propuesta.

Esta cinta es la ópera prima de Aisling Chin-Yee, cineasta canadiense de 40 años, que sabe lo que hace cuando se pone tras la cámara para filmar esta pequeña pieza de apenas 80 minutos con una categoría visual y un pulso narrativo contrastado, queriendo emocionar sin traspasar la línea del melodrama barato en ningún momento y recurriendo al punto justo para que todo sea real y creíble, trasladando a imágenes un sensiblemente inteligentísimo guión de Alanna Francis, que necesita el hilo argumental justo para definir a cuatro mujeres y convertirlas en cuatro personajes apasionantes con un arco narrativo espléndido en cada una de ellas.

Nos cuenta la historia del fallecimiento por ahogamiento debido a un infarto en la bañera de un hombre, el cual deja viuda y una hija de unos 12 años. Pero todo es más complejo de lo que parece a simple vista, porque se trata de su segunda esposa y la primera, que también tiene una hija adolescente, aparecen con la muerte del causante. El problema es que el fallecido no ha dejado más que deudas y problemas y los dos núcleos familiares van a tener que encontrarse y aprender a convivir. Esas cuatro mujeres van a conocerse y ya jamás van a ser las mismas.

Si todo este entramado se sostiene es gracias, además, a las gloriosas interpretaciones de sus cuatro actrices protagonistas: una espléndida Heather Graham como la primera mujer; una gran Jodi Balfour como la segunda esposa; y lo mejor de esta fantástica cinta, las dos hijas del finado: tanto la adolescente interpretada por una maravillosa y creíble hasta límites insospechados Sophie Nélisse y una apasionante actriz infantil llamada Abigail Pniowsky, ambas reinas de la función como hermanastras que tienen que abrirse la una a la otra.

En conclusión, imprescindible para espíritus sensibles.
Sergio Berbel
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