“El primer hombre” aborda la complicada tarea de hacer una película sobre Neil Amstrong que pueda resultar interesante a un espectador que probablemente ya sepa quién es Amstrong, bastantes cosas de su biografía y muchos detalles técnicos de su viaje espacial, especialmente cuando precisamente este año se cumplen 50 años y las televisiones no han escatimado reportajes y reportajes. Abordar la parte biográfica de una figura pública protagonista de un hecho histórico, con tantas películas y documentales que ya describen su vida y hazañas intentando hacer algo mínimamente original puede suponer narrar elementos demasiado íntimos o particulares que el público no encuentre interesantes. Por el contrario, ir a lo espectacular y centrarse en la misión espacial, puede terminar contando lo mismo de siempre.

La solución en este caso ha sido salomónica, alternar planos y secuencias de tres facetas de su vida: el viaje del Apolo XI, sus experiencias antes de ingresar en el programa espacial y su vida familiar. Tres facetas de su vida en tres hilos temporales, montados a la manera de Cris Nolan, con saltos espaciales y temporales que algunos encontrarán fascinantes, otros innecesarios y otros desconcertantes. En mi opinión son irrelevantes, aunque le dan un poco de pimienta a la narración sin ser complicados de seguir. Probablemente la idea era integrar las tres para compensar los puntos fuertes de unas narraciones con los débiles de otras pero el resultado ha quedado un poco frío, con transiciones abruptas en eso que en Masterchef consideran que es hacer “un plato combinado” (cinematográfico en este caso, claro).

Y esa frialdad se acentúa con una elenco (Gosling / Foy) que tampoco es que irradie calidez de por sí, metidos en una trama de ritmo lento, que no escatima en detalles dramáticos familiares y profesionales y donde la profundidad espacial no da lugar a mucho colorido ni animación. Así las cosas, “El primer hombre” me resulta interesante porque soy de los que se tragan todo, absolutamente todo, lo relacionado con el espacio y porque en general todo está bien contado, pero entiendo que se pueda hacer algo áspera. En todo caso, la parte dedicada a la carrera espacial está bien tratada, con el detalle que se puede dar con las limitaciones de metraje, pero está bien rodada y es atractiva (para más detalles, recomiendo enfervorecidamente la serie de HBO “De la Tierra a la Luna”). La vida profesional de Amsotrong previa a su hazaña ofrece detalles interesantes probablemente desconocidos para el gran público, aunque hay más de un documental y más de dos que hablan de ello. En la trama de su vida personal y familiar es donde “El primer hombre” ofrece detalles no vistos, pero que ni me resultaron particularmente interesante ni termino de creerme las supuestas relaciones de causa-efecto entre tragedias domésticas con comportamientos durante la misión espacial.

¿Interesante? Sí, a ratos. ¿Recomendable? Sí, por lo menos verla una vez. ¿Película buena? No es memorable, pero hay cosas mucho peores.