Puedo perdonar a Tarantino por “Deathproof” y por “Malditos bastardos”: vale, el tío se ha ganado llegar a tal grado de endiosamiento como para pensar que puede rodar cualquier truño y venderlo disfrazado de obra maestra. El problema con su protegido Robert Rodríguez es que no sólo lo piensa sino que además lo hace, y para muestra, “Machete”.

Una cosa hay que reconocerle (tiene su mérito), el tío ha inventado la forma de hacer truños y que medio mundo cinematográfico le ría la gracia: decir que hace homenajes a películas malas. De verdad que tengo ganas de ver lo que puede dar de sí una persona capaz de rodar una escena en la que una tía en pelotas se saca un teléfono móvil del poto**o mientras se oye un ostensible ruido de desatascador (algo así como “¡flop!”).

El día que Rodríguez se deje que la mandanga esa del homenaje a los cómics y las películas de serie B y ruede una película en serio, emplearé mi tiempo en hacer una crítica en serio. Mientras se siga escondiendo como un cobarde en la excusa de la parodia del cine de bajo presupuesto, la reinvención de las películas de palomitas y la regeneración moral de actores injustamente infravalorados, seguiré diciendo que no hace más que robertdrigadas: tirar la piedra con películas bodrio que tienen algún plano ingenioso, un diálogo chispeante o un golpe de talento… y esconder la mano cuando no resiste un análisis crítico más allá del trailer diciendo “no, hombre, no te la puedes tomar en serio, es ironía, parodia, un homenaje, etc. etc…”. Ojalá, insisto, haga un homenaje al cine de serie A y nos dé la auténtica medida de sus posibilidades.

Volviendo al grano, “Machete” es la enésima versión que Rodríguez rueda de “El Mariachi” (cuidado Robert, vamos a terminar pensando que no sabes hacer otra cosa), cada vez con más amiguetes, más caras famosas, más explosiones, peleas más falsas, diálogos más soeces, armas más nuevas, más desvergüenza y menos excusas. Los continuos guiños, algún momento simpático y el desfile de actores carismáticos (Alba, De Niro, Lohan, Don Jonson, Aída Nizar, Jimmy Jiménez Arnau… no, espera, que me estoy pasando…) en el que destaca un sublime Steven Segal invitan a entrar en el juego y a perderse en el truñiverso Rodríguez. Vosotros mismos, avisados estais.