Interesante película que no termina de cristalizar en nada. En nada identificable, al menos. Para mí, su principal atractivo reside en escenificar uno de los momentos históricos de internet, la creación de un estándar de pago on-line, que posibilitó que se pudiera pensar en lo que hoy conocemos como comercio electrónico al disponer de un medio de pago seguro con tarjetas. El momento más inspirado de “Middle men” recrea como unos frikis sin más objetivo que la farra permanente, sin pretenderlo y por casualidad, puestos hasta arriba de alcohol y otras sustancias, desarrollan el algoritmo y la primera versión del software. En ese punto, da la impresión de que el rumbo lógico de la película es el del biopic o el docudrama y que va a evolucionar hacia películas como “Piratas de Silicon Valley” o “Jobs” narrando una historia con enfoque histórico-tecnológico que, a mi modo de ver, le hubiese asegurado un cierto nivel de éxito.

Pero no. Resulta que la historia del algoritmo de transacciones electrónicas no era un fin sino tan solo un medio, un punto de partida para una extraña trama en la que algunos quieren ver los orígenes del auge del porno on-line pero que a mí me cuesta encasillar en un género: como recreación histórica “Middle men” es confusa y no transmite rigurosidad, como película de intriga y de mafiosos es plana y simple. Como película, a secas, aunque no es lo que me gustaría, es decente y tiene activos suficientes para merecer atención.