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Voto de OsitoF:
4
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Aventuras. Romance
Sahara francés, 1933. Bill Lancaster, un conocido piloto inglés, desaparece en el desierto cuado intentaba batir un récord entre Londres y Ciudad del Cabo. Su amante, la intrépida aviadora Marie Vallières de Beaumont se propone encontrarlo, cueste lo que cueste. Durante el vuelo, la joven se ve obligada a aterrizar cerca de un puesto colonial militar francés. El capitán Vincent Brosseau le da cobijo pero se niega a ayudarla. Por miedo a ... [+]
9 de diciembre de 2012
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Habitualmente, cuando decimos o leemos en alguna parte que una película es mezcla de esto y aquello, solemos referirnos a que la película coge elementos de un sitio y de otro y los mezcla, no que hace un frankestein con media hora inspirada en una película, media hora sacada de otra y el final copiado de otra. “El último vuelo” es una excepción que empieza como “El paciente inglés”, se desarrolla como “Soldado de Fortuna” y termina casi como “Los Serrano” (en realidad termina como si pusiésemos un final simplón a “Lawrence de Arabia”).
Dicho así, puede parecer que merece la pena verla (todas las películas mencionadas son relativamente interesantes), pero no, no la recomiendo. A pesar de una gran fotografía, unos espectaculares despliegues, la atractiva Marion Cotilliard y su nada desdeñable despliegue de medios técnicos “El último vuelo” es un SOBERANO COÑAZO imposible de ver un domingo por la tarde sin terminar roncando. Arena y más arena, envuelta en silencios y más silencios para explicarnos conceptos como amor extremo, romanticismo y sacrificio: una mezcla explosiva que, en manos del cine francés, es cloroformo cinematográfico. No entiendo como cabe en la cabeza de alguien pretender mostrarnos que el desierto es chungo y hace mogollón de calor a base de una hora de silencio, arena, sol y sufrimiento cuando Jesús Calleja y “Al filo de lo imposible” hacen lo mismo de manera entretenida.
Dicho así, puede parecer que merece la pena verla (todas las películas mencionadas son relativamente interesantes), pero no, no la recomiendo. A pesar de una gran fotografía, unos espectaculares despliegues, la atractiva Marion Cotilliard y su nada desdeñable despliegue de medios técnicos “El último vuelo” es un SOBERANO COÑAZO imposible de ver un domingo por la tarde sin terminar roncando. Arena y más arena, envuelta en silencios y más silencios para explicarnos conceptos como amor extremo, romanticismo y sacrificio: una mezcla explosiva que, en manos del cine francés, es cloroformo cinematográfico. No entiendo como cabe en la cabeza de alguien pretender mostrarnos que el desierto es chungo y hace mogollón de calor a base de una hora de silencio, arena, sol y sufrimiento cuando Jesús Calleja y “Al filo de lo imposible” hacen lo mismo de manera entretenida.