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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
3
Acción Colombia, 1992. Cataleya, una niña de nueve años, tras presenciar el asesinato de sus padres, se entrena para convertirse en una asesina profesional. Después de escapar a duras penas de la masacre, se refugia en los Estados Unidos con Emilio, un tío suyo mafioso. Quince años después, ya trabaja para él como asesina a sueldo. Su tarjeta de visita -una orquídea dibujada en el pecho de sus víctimas- es un mensaje para los asesinos de sus ... [+]
15 de enero de 2012
15 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Colombiana es fría como el acero, peleona como Nikita, intrépida como la pricesa Leia, inteligente como la Abeja Maya, humana como Belén Esteban y dura como la madre que la parió… si hubiese nacido hombre mearía napalm como el sargento de Hierro. Tuvo la típica infancia desafortunada de las heroínas cinematográficas en que el mafioso sudamericano de turno mata a tus padres de manera violenta, pero como Dios aprita pero no ahoga, a cambio, un pariente caritativo la convirtió en la máquina perfecta de matar: hermosa como para que los hombres (que como todo el mundo sabe somos unos salidos sin excepción) se vuelvan idiotas por ellas, ágil como una gacela para esquivar balas y letal como una cobra para que todos sus disparos den en el blanco tanto si apunta como si dispara al tuntún.

Y con ese planteamiento de “chica más lista que el hambre sola contra el mundo (de hombres) en busca de venganza” el cine francés nos ofrece otro remake encubierto de “León, el profesional” y “Niñita” (por algo Luc Besson forma parte del guión) con muchos tiros trucados, disparos coloristas, ambientación “CSI Miami”, acentos latinos forzados, objetos acribillados a balazos a cámara super-lenta, explosiones controladas para que maten solo a los malos, buenorra con ropa ceñida, feminismo comercial y previsibilidad, mucha previsibilidad.

Los que hayan visto el tráiler y hayan pensado “¿otra vez Nikita?” se pueden ahorrar las casi dos horas en las que Cataleya-colombiaba nos dará su merecido a todos hombres (buenos, malos y regulares sin distinción), porque es exactamente lo que parece. Los que no, que se planteen si les excita lo bastante una chica armada y ligera de ropa siempre sudando y dando estopa como compensar dos horas de vida…Yo lo tengo claro: me hago mayor y necesito motivarme con algo más que inverosímiles planos de muertes cenitales, disparos de precisión a 5000 metros, RPGs entrando por la cocina y muchachas de buen ver.

PD: Y encima nos vuelven a tomar a los españoles por sudamericanos con Jordi Moyá haciendo de narco colombiano con acento de Juanes. Mira que me revienta que cualquiera que no sea un rubio de ojos azules o un obeso con gorra de béisbol hacia atrás sea susceptible de ser latinizado según los clichés yanquis.
OsitoF
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