El Bourne que todos queremos, el que nos vuelve locos, ha vuelto. Y parece que es para quedarse.
Soy defensor de El Legado, esa cinta de acción modélica que parece que ahora todo el mundo detesta. Pero El Legado no era Bourne, era un sucedáneo, un hábil edulcorante ante la en principio firme negativa de la estrella Matt Damon de volver a la acción.
La película que nos ocupa si que es Bourne 100%. El impagable dúo Damon-Greengrass vuelve tras casi 10 años con las pilas bien cargadas y nos entrega una para nada forzada y digna sucesora de El Caso, El Mito y El Ultimátum.
Los numerosos avances que hacen que el mundo cambie a velocidades de vértigo desde que en 2007 viera la luz El Ultimátum (internet como forma de vida, las duras crisis económicas o el imparable avance de las redes sociales), sirven de perfecto punto de partida para trazar una nueva aventura que resulta lógica y para nada forzada. No, esto no es otro desesperado intento de una productora sin ideas de seguir exprimiendo la gallina de los huevos de oro. No, estos tíos tienen una historia que contar y la película funciona como un tiro.

Matt Damon se mete en la piel del espía anteriormente amnésico por cuarta vez, no resulta ningún problema para él, tiene el personaje completamente cogido. Pero aparte de la alegría de volver a encontrarme con Julia Stiles y su Nicky Parssons, es en el trío de nuevos personajes, los de Alicia Vikander, Tommy Lee Jones y Vicent Cassell, donde me gustaría extenderme, porque creo que es la mejor baza de la película, lo que hace que esta Jason Bourne tenga algo que decir.
Los personajes de Jones y Vikander van mucho más allá de lo que hemos visto con los roles que interpretaron Joan Allen, Chris Cooper o Brian Cox anteriormente, son mucho más complejos y tienen mucha importancia en el desarrollo de la trama, incluso de posibles futuras tramas.
El personaje que interpreta el todoterreno francés Vincent Cassell, o "Activo", me ha sorprendido y mucho. Ya no es el muñeco teledirigido puesto ahí para perseguir a Bourne por medio mundo y darnos un par de vistosas escenas de acción. Este "Activo" tiene voz y decisión propias, es implacable y tiene un pasado junto a nuestro protagonista. Nada que ver.

La dirección de Paul Greengrass, una vez más sobresaliente. Para mí no hay un director que sepa rodar la acción mejor que él. Emocionante y llena de adrenalina, no te permite siquiera pestañear, con su esa cámara que parece haberse vuelto loca. Gracias al estilo que ha sabido imprimir a sus películas tenemos el James Bond que tenemos hoy, y todo el cine de acción reciente.

La acción es perfecta, el sonido y la banda sonora muy potentes y apropiados. Buenos actores, y lo que es más difícil, buenos personajes. Si eres seguidor de Bourne, con está nueva película vas a disfrutar.
Y aún tienen mucho que contarnos, si Matt Damon quiere...