He disfrutado mucho con el trabajo de Renée Zellweger (El diario de Bridget Jones, Cold Mountain) interpretando el papel de Judy Garland en los últimos años de su vida, y por su puesto alabo el gusto de la Academia de cine de Hollywood por haberle concedido el Oscar a Mejor actriz. (Ya había ganado la estatuilla a Mejor actriz de reparto por su papel en Cold Mountain).
Veo a Renée Zellweger - que vuelve al cine con "Judy" después de varios años de retiro voluntario- sentirse como pez en el agua interpretando a una Judy Garland alcohólica, pastillera y profundamente doliente por la pérdida de la custodia de sus hijos. ¡Un dramón en toda regla!
Como vemos en el biopic, Judy Garland murió 6 meses después de su último concierto en Londres, con tan sólo 47 años, aunque el filme no cuenta que la encontraron sin vida atiborrada de barbitúricos. La versión oficial dijo que había sido por un paro cardíaco accidental. Ya se sabe, como ha sucedido con muchos otros famosos, se tiende a dulcificar el final de las estrellas, siempre con la intención de salvar su prestigio.