Sangre y carne, dolor y miedo, venganza y crimen… sobre estos lacerantes pilares emerge Cerdita, primer largometraje de la cineasta Carlota Pereda, autora y directora del victorioso cortometraje del mismo nombre, ganador del Premio Goya a Mejor cortometraje de ficción en 2019. Tras su éxito, la directora se anima a continuar con un relato del que se había dejado muchas cosas en el tintero.
Terror, suspense y casquería (no apta para veganos) en un trhiller gore necesario para denunciar el acoso y poner en tela de juicio a víctimas y culpables, familiares y amigos...y el quehacer de la justicia. Una denuncia imprescindible en manos de una directora cuyo punto débil ha sido el elenco elegido: no me convence ni un pelo. No me creo nada (ni a la aclamada Laura Galán y mucho menos a Richard Holmes, actor que interpreta pésimamente al malo malísimo de la película) salvando las breves y estupendas escenas en las que aparece Carmen Machi– real y de carne y hueso- comiéndose la pantalla.
Películas denunciantes como "Cerdita" son necesarias y aunque agobiante y angustiosa, como no podía ser menos, sus divagaciones no me convencen, y mucho menos cuando pierde su tiempo por innecesarios derroteros