Una de las pocas películas que me gustaron sin que nadie me recomendara; una de esas películas que veía cuando era pequeño, y cada vez que la echaban en la tele, la volvía a ver y me gustaba cada vez más.

Una de esas pocas películas que puedo ver una y otra vez, y a la que no le encuentro casi ningún fallo, porque es sencillamente perfecta. La música, las actuaciones, el guión, la ambientación, los pequeños detalles... Todo. Jim Carrey, que aquí hace su primer papel como actor de los de "Miradme, tengo un pasado oscuro y divertido, pero os demostraré que sé actuar bien y solo haré papeles serios", consigue una soberbia interpretación, sobresaliendo un poco sobre todos los actores, aunque esto quizás se deba un poco al carácter del propio personaje.

Y la sensación que han conseguido de "realidad plastificada y controlada" en la película también está muy conseguida, la verdad. Puede que esté haciendo esta crítica basada en sensaciones personales, pero yo no puedo ser objetivo ante ciertos productos, y este es uno de ellos.