Si bien no tengo tatuadas frases de Worf en los brazos, fui un fan de ST: NG en su momento. Algo que me gustaba mucho de aquella serie era la construcción de los personajes y que en aquellos capítulos autoconclusivos, se podía sacar alguna moraleja, algún aprendizaje o simplemente algo interesante para quedarse pensando, más allá del despliegue de efectos especiales y los trajes coloridos de la tripulación. Quizás esperaba (aún espero) algo de eso en Star Trek: Picard. Y por ahora no lo encuentro. Me mantiene enganchado Patrick Stewart (un Picard menos ágil y con mayor sentido del humor que aquel) y unos personajes que prometen. Recién voy por el 5° episodio y por momentos siento que repiten una y otra vez lo pasado en los anteriores cuatro, como si les costara arrancar. Veremos pues, qué nos depara. Espero no aburrirme en la espera.