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España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
7
Drama Elizabeth Sloane (Jessica Chastain) es una implacable y ambiciosa lobbista que intenta que fructifique una legislación a favor del control de armas en Washington DC. Para ello intentará usar todos los recursos a su alcance. En las altas esferas del mundo político y empresarial Sloane tiene una reputación formidable. Conocida por su astucia y sus éxitos sin parangón, siempre ha hecho lo que fuera necesario para ganar. Pero cuando se ... [+]
16 de enero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escribía hace poco, después de haber visto La verdad (Truth), acerca de ese cine estadounidense que lanza acerbas críticas contra el sistema desde el punto de vista de los llamados liberales, lo más cercano a la izquierda que existe en Estados Unidos. El caso Sloane se enmarca en esta directriz, por cuanto relata el enfrentamiento de un grupo de progresistas contra el poderosísimo lobby de las armas. El objetivo de los "buenos" (son jóvenes, guapos, cultos, simpáticos, visten de manera informal pero resultona, y son honrados, mientras que los "malos", a los que no cuesta demasiado identificar con la Asociación Nacional del Rifle, aunque no se la menciona ni un momento, son viejos, desagradables, sebosos, mentirosos, manipuladores y visten de manera convencional) no es liquidar la Segunda Enmienda, sino lograr el éxito de un proyecto de ley que controle estrictamente la venta de armas, para que no acaben en manos de los psicópatas de turno. Contado así parece algo maniqueo, pero por suerte El caso Sloane es algo más: la historia de una mujer de luces y sombras, encargada de lograr los votos suficientes entre los senadores para que el proyecto triunfe. Una mujer para quien el fin justifica los medios, lo cual no deja de escandalizar a sus "buenistas" compañeros de viaje.
John Madden, quien saltó a la fama con Shakespeare in Love, para luego seguir una carrera algo errática, dirige con pulso firme la función, que pasa de una estructura de thriller a la de una película de juicios sin despeinarse. Maneja bien los hilos de la trama para mantener en vilo al espectador en todo momento, siempre pendiente de los manejos de la señorita Sloane. Naturalmente, la presencia de Jessica Chastain es imprescindible para hacer creíble su retorcido personaje. Nuestra pelirroja favorita, mujer inteligente, sensible, culta y comprometida, intérprete notabilísima y, por qué no decirlo, la suprema zorra de nuestros sueños más húmedos, lleva a cabo una performance pletórica de matices, llena la pantalla con su rostro, un hermoso poema de lujuria y concupiscencia, y su apabullante personalidad. Un puñado de secundarios de lujo (¡qué bueno es Mark Strong!) la arropa en todo momento sin desfallecer. Aparte de los veteranos John Lightgow y Sam Waterston, me gustaría destacar la labor de Gugu Mbatha-Raw y Alison Pill, para quien el guión reserva una perla inesperada al final de la cinta.
Es de esas películas que te hacen amar el cine pese a la basura que se acumula en las pantallas. Una hermosa conjunción de dirección, guión e interpretación. Que vengan más así.
Eduardo
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