Hijos de pastores, sepultados en una sociedad medieval en la que nada parece haber cambiado desde siglos, los pequeños mafiosos de Anime nere no tienen nada que ver con los fastuosos padrinos encarnados por Brando, Conte y tantos otros. Son campesinos y visten como tales, viven como tales, se apegan a las viejas costumbres como tales. Estamos en Calabria, donde reina la 'Ndrangheta, la variedad mafiosa de la región. Tres hermanos se dedican al lucrativo negocio del tráfico de heroína, hasta que sus diferencias y la irrupción de nuevas generaciones, más codiciosas, impacientes e imprudentes desencadenan un trágico final de tintes shakesperianos. Ambientación extraordinaria, una cámara siempre atenta a los personajes, actores poco conocidos mezclados con gentes de la campiña donde se rodó la película (reconocemos en un papel principal a Peppino Mazzotta, el entrañable Fazio de la serie Montalbano), dan como resultado una obra, otra más, sí, pero muy interesante, sobre ese eterno tema del cine negro que son las diversas mafias que pululan en el país de la bota... y en otros. ¿Para cuándo una película sobre el caso Gürtel? En un fugaz cameo, al principio, aparece Carlos Bardem. Muy recomendable film.