Y mucha niebla, y mucha oscuridad, y algo de gore... Sí, desde luego no hay Macbeth como Trono de sangre, pero el de Polanski me gustó mucho también, casi era una película de terror, amén de depararnos generosos desnudos. Hablando en serio, creo que este Macbeth de Justin Kurzel es demasiado hierático y pomposo, recitado con no excesiva convicción y filmado de manera plana y monótona, incluso desaprovechando los paisajes de la isla de Skye. No es que sea mala de remate, pero esperaba más, y sentía una enorme curiosidad por ese enfrentamiento artístico entre Fassbender y Cotillard. Correctos, simplemente. La música es infame, las brujas están desaprovechadas, el ritmo es cansino, ¿y por qué la gente habla entre susurros? La obra ha sido sometida a cierta cirugía, con eliminación de textos y leves cambios en determinadas situaciones. Nada de ello sirve para elevar su calidad. Buscad en vuestra filmoteca Trono de sangre y olvidad esta versión.