¡Y esque esa frase me viene al pelo! Y esque esta película ha provocado en mí un curioso efecto: El odio a todo personaje que aparecía en pantalla. Desde la madre fanática al padre bonachón y cobarde, pasando por la dibuja corazoncitos Camino. Reconozco que estoy elaborando mi crítica desde una perspectiva totalmente personal, pero no puedo evitarlo.

Los personajes rozan el maniqueísmo casi absoluto, los fanáticos no poseen pizca de bondad y los bondadosos carecen de maldad, los dos extremos jamás se rozan (salvo en alguna ocasión). Algunos personajes, como el del cura moreno (no me se su nombre, algo parecido a Satanás) por el que realmente no puedes sentir ninguna sensación positiva, Fesser no te deja, solo quiere que sientas algo por ese personaje: repulsión. El personaje de la madre, salvo alguna ocasión mínima, es otro personaje realmente aborrecible, llegando a ser exageradamente malvada.
Por otra parte está el otro bando, el padre. El padre es la única esperanza de rebeldía, que nunca llega a producirse. No suelo ser tan cabrón con los personajes cobardes, pero llega a tanto su bondad y su cobardía que nuevamente ese sentimiento: repulsión.

El otro tema que realmente no me gustó en absoluto es el de los sueños, realmente me parecen malos.

Reconozco que en otros temas la película no anda tan mal (razón del 6 de puntuación), los actores son los que mejor salvan la película, con unas interpretaciones creíbles y nunca exageradas (en una cinta que roza la exageración) sobre todo la que interpreta a la madre.
Dirección nada que objetar, correcta.
Pero llegamos a la música, esa cabrona que se empeña en enfatizar los sentimientos diciéndole al espectador lo que debe sentir en cada momento. No me gustó.