Leo que la mayor parte de la crítica profesional la aborda desde el punto de vista erótico, imagino que en su época sería de esas películas disruptivas gracias a las cuales los espectadores de hoy venimos con la retina ya acostumbrada a un pezón en pantalla que es lo máximo que se ve aquí y a 4 juegos descafeinados para nuestros días.

Lo primero es que la película es pura estética, la música, la luz, la ambientación y todos los personajes que aparecen están cuidadosamente elegidos, así como los minimalistas diálogos y sus escenas eróticas tan bien planificadas. Ninguna escena da puntada sin hilo, y a veces son difíciles de interpretar como he podido comprobar al discutir la película con amig@s, aunque de primeras te pueda algo te pueda parecer una escena banal, Elizabeth absorbe todo lo que sucede a su alrededor, y lo relaciona con su relación sentimental.

Quizás la película sufra de la fama que la precede y los prejuicios se apoderen de la experiencia final. Yo me senté a verla de mala gana pensando en que era una película "para adolescentes"…