No tengo muchas cosas buenas que decir sobre "Winter's Bone", la historia de una cenicienta made in USA que se echa la familia a sus espaldas y es todo coraje. La interpretación de la niña es lo mejor, además de la verdadera sensación invernal de la película, con esos gorros de lana, casas que parecen estercoleros y la escasa gratitud entre el vecindario, por no decir que es absoluta brutalidad (con la excepción de una mujer obesa, menos mal). Si lo que una película nos quiere transmitir nos importa un bledo mal vamos, entonces sólo si la fotografía es buena, si el ritmo te atrapa o si las escenas de acción están bien puede que acabe funcionando. Ese tipo de elementos que tienen que ver más con la dirección que con el tema que sea que trata tampoco funcionan en "Winter's Bone", que no deja de ser un drama familiar de una sociedad USA que a veces cuando se miran al ombligo parece que pertenezcan al tercer mundo.

Esta película va de sus miserias, de gente que recurre a la violencia de forma fácil, donde a unos niños se les enseña a disparar una escopeta detrás de casa, donde la droga y la ignorancia lo ocupan todo... Y además todo es tan lento, tan aburrido, que desespera. Lo dicho, ellos se miran al ombligo y nosotros aplaudimos, por su valentía, por su conciencia, porque serán un cochino país imperialista pero tienen la capacidad de autocriticarse. Pues a mí no me venden la moto, con todos los respetos para los dramas individuales pero prefiero saber qué le sucede a una pareja iraní que quiere separarse y tienen al padre de uno de ellos enfermo... A los yankis les salen mejor las películas de superhéroes. Con la rabia que da que se generalice sobre el cine made in USA y aquí estoy yo haciendo lo que no debo... En fin, "Winter's Bone" me deja la sensación vacía de haberla visto y haberme quedado igual, tal cual, ni me ha fascinado ni me ha conmovido, más bien todo lo contrario.