Antes de ver "Pather Panchali (La canción del camino)" no es mala idea informarse un poco y saber de qué va el cine de Satyajit Ray. De otra manera, la decepción puede ser mayúscula. Yo al menos he agradecido haberme metido siendo advertido.

En la gráfica que FA muestra al lado de la nota de esta película, al lado de lo que es la media aritmética de todas sus votaciones, se aprecia un curioso pico en lo que sería la columna de una única estrellita. No es poca cosa empezar a escribir sobre "Pather Panchali (La canción del camino)" teniendo en cuenta que se trata de un cine que se aleja radicalmente del conocido esquema de producto de mercado, no es cine del estilo de Hollywood con su guión, sus giros argumentales y su ritmo. Ese alejamiento absoluto de lo que supone una película cualquiera, incluso no siendo comercial, explica que presumiblemente haya una enorme cantidad espectadores que sólo le dan una estrellita a esta primera parte de la conocida "trilogía de Apu". ¿Por qué?; porque estamos acostumbrados a que el cine sea lo que no vemos aquí y ante lo diferente es normal caer en el desprecio, por lenta, por rara, porque es india y de hace más de medio siglo... Y en B/N además...

Por suerte la cordura vence y "Pather Panchali (La canción del camino)" ocupa el lugar que merece, que no es otro que brillar desde allá arriba, como una obra de calidad humana indiscutible. Lo que más echo de menos es el escaso protagonismo de Apu que es más bien alguien que está por allí. Entiendo que esta primera película hable más de su familia, de la abuela, de la hermana, de la casa en la selva y la cotidianidad de una existencia sumida en la pobreza. Esta es la película de la infancia de una vida, de un ser humano nacido en la India y a la vez es la crónica de una familia menos incluso que humilde, una familia que se pelea por sacarse la pobreza de encima.

Sin grandes giros argumentales, con el ritmo que Ray quiere darle sin acudir a lo que hacían todos. Si ha de filmar a unos gatos jugueteando en la puerta de casa lo hace porque esa es la vida que quiere enseñarnos. De hecho, por momentos ni siquiera parece que lo que tenemos delante sean actores, todos coincidimos en que lo que hace la abuela es una maravilla.

Y la vida transcurre y todo sigue igual. Bueno no, cambia a peor cuando también lo hacen las condiciones atmosféricas. Las lluvias, los vientos y finalmente el drama acaban golpeando a la familia de Apu. Hay esperanza porque hay vida, pero el retrato que realiza Ray sobre la existencia humana me parece demasiado desalentadora, es demasiado duro. Ya sabemos que son mayoría quienes sufren la pobreza en el planeta, ahora y antes, pero un poquito de aliento no viene mal nunca. Cinematográficamente comulgo con Ray y seguiré adelante con la trilogía, esperando encontrar alguna alegría en el camino que aquí inicia Apu.