Al protagonista le gusta tanto la literatura que llega a clase, como profesor, y se nota que ha llegado a la cima en lo profesional. Probablemente no puede pedir más, tiene un alumnado femenino ante él, exclusivamente femenino, y al salir de clase todo son insinuaciones y guiños. La descripción de su vida se va haciendo poco a poco, qué intenciones tiene, qué pasado deja detrás y, por supuesto, por sus actos lo conoceremos. La película es bienintencionada y asume un papel modesto desde su presentación, no pretende ser lo que no es, es la historia sencilla de un hombre que se encuentra en un momento especial de su vida, siendo maduro, habiendo sido rechazado y con una libertad que usa como buenamente puede y sabe.

No plantea grandes problemas morales, no es un caos, no es divertida, no es lo suficientemente profunda y queda a años luz de ser una película gamberra en la que se enseñan las carnes, no hay pasión, no hay gritos ni recriminaciones. El reencuentro fugaz de nuestro protagonista con su ex mujer es definitivo para aclarar la verdadera esencia de la película y de su protagonista. Será un hombre de moda, pero está muy lejos de ofrecer un entretenimiento real. No es ningún desastre, cada vez que hablan dicen cosas que pueden resultar interesantes, pero también es muy cierto que puede aburrir mucho y que ocupa el lugar que ocupa por alguna cosa.