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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
8
Cine negro Después de asaltar un tren que transportaba 300.000 dólares y asesinar a los maquinistas, Cody Jarret y su banda huyen con el dinero, pero son perseguidos por agentes federales que sospechan que Cody es el autor del robo. Una vez preparada una coartada perfecta, Cody se entrega a la policía y es condenado sólo a dos años de prisión; sin embargo, los agentes del Tesoro, convencidos de que fue el cerebro del asalto, le tienden una trampa. (FILMAFFINITY) [+]
12 de septiembre de 2010
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ponerse una de gángsters de vez en cuando es algo que recomiendo a todo cinéfilo, pero no una de gángsters cualquiera, ni siquiera un título de esos tan mencionados en color (puede que con Marlon Brando por en medio, ¿por qué no decirlo así?), yo hablo de lo que vino antes, de lo que ya quedó hecho tantos años atrás en blanco y negro y, ¿por qué no?, con Cagney como sumo protagonista y Raoul Walsh en la dirección. Lástima de blanco y negro, jamás pensé que llegaría a decir algo parecido, y si lo hago es sólo por el rojo sanguinario que nos perdemos. Estoy de acuerdo que en la actualidad no hay manera de golpear así, como lo hacen Cagney y sus amigotes, un golpe seco en la nuca, con la culata de la pipa o como sea y al suelo, ¿para qué distraerse más? Y si le meto unos tiros a ese de ahí también se los meto al otro que se me cruza por delante, claro que sí, violencia por un tubo porque son gángsters de los malos de verdad, no hacen poesía ni piensan en la existencia, van a por la pasta porque son lo que son. Y cagney el primero y el más bruto.

La historia del pobre diablo está trazada con ritmo, se trata de un guión que gravita alrededor del protagonista total que además lo borda, pero se mezcla mucha variedad de situaciones que sólo persigue y consigue alcanzar un entretenimiento tremendo. No me gusta tanto la relación con la madre, algo fuera de lugar la verdad, esa mujer mayor dirigiendo a los compinches de su hijo no creo que haya sido buena idea. Las apariciones de Virginia Mayo sin embargo están más que justificadas por su indiscutible belleza, las cosas como son. Por otro lado, me encanta ver cómo era la policía de esa época, con unos métodos de investigación con los que el CSI de hoy no sabría ni qué hacer.

Me encanta mirar atrás y encontrar calidad, me encanta pasarlo bien con películas de más de cincuenta años... me encanta Cagney porque supone un paréntesis en la mediocridad habitual de domingos por la tarde como el de hoy.
Luisito
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