La vida es una tragedia y tenemos que sufrir y sufrir a diario para continuar experimentando el fantástico juego de existir. Teniendo en cuenta esto, se deduce fácilmente que, a pesar de lo que piensan muchos ojos no entrenados, hagas lo que hagas, vivas como vivas, vas a sufrir, da igual tu condición. El sufrimiento no es algo medible, no puedes compararlo con el de otra persona porque es algo que solo sientes tú, y cada uno lo siente a su manera, que dependiente de una multitud de factores imposibles de sistematizar, como pueden ser la propia sensibilidad, la inteligencia, el entorno, la situación social, etc. Teniendo en cuenta estos preceptos, me sorprende a veces la idea, arraigada sobre todo en los miembros de las clases sociales más pobres y miserables, de que la situación social y económica del individuo es el único factor que determina su grato de sufrimiento. A manos llenas podemos sacar películas de nuestro viejo cajón en las que algún personaje pobre sufre lo indecible por abrirse camino en su triste existencia. Y los espectadores se conmueven, ríen y llorar de la mano del pobre infeliz. ¿Por que, entonces, hay tanta gente que no comprende esta película? ¿Que no llegan a sentir empata ni identificarse lo más mínimo con su sufrido protagonista? Se trata, por un lado, de personas con graves prejuicios sociales. Este el típico individuo que te comenta que si él estuviera en el lugar del protagonista estaría exultante de felicidad. Estos no han entendido nada de la cinta, para que el estuviera en su misma exacta situación, tendrían que ser el, y si fueran el, se comportarían así. Por otro lado, tenemos que a la gente que nunca han sufrido el vacío existencial, la soledad, el desamparado psíquico, el desierto del dolor. Estas características son consustanciales a la vida, pero en mi fuero interno siento que hay gente que, simplemente por su incapacidad para el pensamiento y la reflexión, nunca las han sentido, lo cual hace de ellos un espectador imposible para esta película, pues un sentimiento es algo no se puede explicar, salvo que lo hayas sentido tú mismo alguna vez.
Estos dos grupos de personas (me aventuro a lanzar la hipótesis de que quizás sean solo uno, pues quizás las dos características vayan de la mano siempre) por desgracia, son los más en nuestro mundo, la mayoría ruidosa y cabeza hueca. Esta película no es para ellos.

En fin, yo, por mi parte, me abstendré de comentar en detalle la película, pues una cinta que habla de algo tan abstracto no se hace adecuada para un análisis racional, como lo son todos los análisis. Esta película es caminar bajo el sol en busca de una sombra.