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España España · Madrid
Voto de horacio:
10
Drama. Romance. Musical Norman Maine, un famoso actor adicto al alcohol, descubre a Esther, una joven con un gran talento para la canción, y decide impulsar su carrera cinematográfica. Ella triunfa y, pocos meses después, la pareja contrae matrimonio. Pero, a medida que el éxito de Esther aumenta, el de Norman declina y esa situación lo empuja a la autodestrucción. (FILMAFFINITY)
27 de febrero de 2008
15 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
La crítica del compañero Lawrence, de Chile, me parece redonda, de una emoción que me acerca aún más a esta obra maestra francamente inolvidable. Pero hay algunos aspectos que me gustaría subrayar:

1. No creo que James Mason vaya por encima de la capacidad interpretativa de Judy, ni que ella sobreactúe en determinadas escenas dramáticas. Pienso que Mason es un grandísimo actor que hasta en los papeles mínimos que le han tocado en suerte, siempre ha destacado con una gran capacidad para la contención dramática; en efecto, aquí brilla por su enorme riqueza de matices. Pero Judy, la inmensa Judy, era entonces la única capaz de aunar drama y comedia, de hacer el payaso y de dar el toque enamoradizo y de bailar y cantar como la más grande... y como si todo esto fuera poco, jugar la baza tan difícil de expresar con el cuerpo, desde la mirada, las manos nerviosas, los abrazos, los silencios... evitando las palabras. Y todo eso en un mismo actor, el gran Mason nunca lo pudo conseguir: no le iba la comedia ni el desorbitado desparpajo, mientras que Judy podía con todo. Basta recorrer su filmografía para verlo. Y los papeles dramáticos muy contenidos fueron de Oscar en Juicio en Nuremberg (ese título español criminal de Ni vencedores ni vencidos) y en Ángeles sin paraíso.

2. Cukor, a diferencia de la mayoría de sus películas basadas en gran medida en el texto, desarrolla un drama conmovedor a la par que divertido y encima musical, enriqueciendo cada instante con muchas sugerencias, muchos momentos no explícitos.

3. Y es que el tema principal de este peliculón tiene dos vertientes que lo hacen especialmente magistral: la soledad del que ama pero no se percibe a sí mismo con capacidad para seguir adelante en los avatares de la vida y de quien triunfa y no concibe el triunfo sin la compañía de la persona que más le importa. Es decir, la terrible soledad de quienes aman y son correspondidos, la terrible soledad de enamorados en busca de una armonía que se les escapa como agua entre los dedos.

4. Parece mentira que una mujer del talento de la Streisand (por cierto, muy inferior al de Garland) se haya atrevido a hacer un remake tan espantoso de esta maravillosa película.
horacio
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