Arranca como una comedia romántica encantadora, bien llevada por el ángel de la preciosa chica y el encantador muchacho: luego llega la presión ambiental, la angustia, el amor que se necesita y el que se sueña... y todo contado con pocas palabras, sugiriendo historias del pasado, creando un crecimiento dramático de lo más interesante porque me he ido dejando llevar por acontecimientos inesperados a través de personajes que resultan entrañables, excepto el más primitivo que mostrará su parte de razón y de corazón.

No se ocultan complejidades, más bien se afinan en una serie de situaciones atractivas, conmovedoras: final y epílogo confirman que he visto una película en la que Norton se mojó como productor y que desafía lo establecido en el cine comercial americano de buenos y malos con relato ramplón.

Si bien todo tiene un desarrollo de ajustado interés, encuentro especialmente rica la situación del hombre que quiere salvar al menor para que no se repita en él el drama de su vida, así como el camino elegido para presentarnos el ambiente familiar que dejó atrás, y más aún, la brillante secuencia en que el sueño del vaquero parece hacerse realidad, un momento magistral que desvela la poética imaginación de un hombre en crisis, de un hombre que no registra los datos de la realidad para adaptarse a ella.

La pareja Norton-Wood funciona a las mil maravillas, no quiero más que verlos disfrutar de cada instante de su vida. David Morse, como de costumbre, metiendo miedo con sólo aparecer, repitiendo el feroz personaje de Bailar en la oscuridad.

Tiene muchas cosas buenas, tal vez no demasiado bien hilvanadas, pero al ser la primera película alcanza un nivel superior. Tiene diálogos muy interesantes. Por ejemplo, cuando se trata de quitar el miedo a un chico de 13 años muy atemorizado. Le dicen: "Camina como si tuvieras confianza. Al final la obtendrás". Y cuando se van a arrojar las cenizas de un ser querido, a merced del viento, uno dice: "Qué hay que decir". Y le contestan: "No digamos nada. Pensemos".

Muchos hallazgos en una peli realmente independiente. Ojalá el director tenga nuevas oportunidades.