Formidable galería de personajes
La voz rota de Tom Waits añora, melancólico y fatal, una existencia cotidiana, hecha de pequeñas cosas, perdida para siempre. Bellamente triste interpretación para acompañar una sucesión de secuencias dialogadas en taxis: modelo para combatir cinematográficamente hablando, pero que aquí, con un JArmusch mayor que no volvería a surgir, se convierte en extraordinario arte audiovisual.

Guiones precisos, brillantes, perfiles humanos redondos, de muy interesantes a fascinantes por los que desfilan actores desconocidos de Finlandia para el retrato más desasosegante o populares como Benigni para "el acto vivo" más desopilante con un punto de humor negro al mejor estilo de la dura comedia italiana.

Pero conmueven Gena Rowlands y Winona Ryder en un comienzo a l Hollywood, encantador; es inquietante y reflexivo el muy bueno de Rosie Pérez, en el papelazo de una ciega lúcida y valiente en París, y qué decir del fabuloso Armin Mueller-Sthal en una temible ciudad norteamericana proveniente de un circo de la Alemania del Este.

Sucesión de breves historias basadas fundamentalmente en el diálogo, pero con brillantes ejercicios de interpretación y contundentes detalles de acción física para una acción envolvente y admirable de sentimientos, incomunicaciones, soledades y abrazos no dados.

Noche en la tierra: para escuchar, mirar y sentir con auténtico deleite.